Literatura y Videojuegos - Un despiadado país de las maravillas.

Existe un libro, el cual cuenta una historia que gusta a toda clase de personas, desde niños hasta grandes matemáticos, esto debido a su construcción a partir de juegos de lógica que pueden pasar inadvertidos para los lectores más jóvenes, pero siguen latentes para quien esté dispuesto a descubrirlos.
Es un libro de tanto impacto cultural que tiene en su haber más de una decena de adaptaciones cinematográficas, adaptaciones a opera, ánime y televisión. hablamos por supuesto de "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll.

Más conocida simplemente como "Alicia en el país de las maravillas" , el lugar que ocupa esta novela en la cultura a lo largo y ancho del globo no se pone en duda.
Puede que su adaptación más popular sea la película animada del mismo nombre, hecha por la casa productora de Walt Disney en 1951, sin embargo esta película recibió duras críticas durante su lanzamiento, por parte de los fieles y estudiosos de la obra de Carroll.
Tuvo una fría acogida en taquilla y fue una gran decepción en su estreno inicial.

En los videojuegos Alicia parece haber encontrado un refugio en cuanto a las adaptaciones, en donde a contrastado con la creación de Walt Disney, ya que en el videojuego de 2000 "American MacGess Alice" y en su secuela de 2011 "Alice : Madness returns" se tomó una libertad artística total sobre la obra, y esto fue recibido con excelsas critica por parte de los especialistas, tal vez se deba a la realización de un buen trabajo creativo que la entrega en videojuegos triunfó.

En este juego nos encontraremos con una versión cruda del País de las maravillas, situado después de la visita de Alicia, donde el Señor conejo la convocará  para que ayude al reino, el cual a caído en manos de la tiranía de la Reina de corazones. Alicia viajará por un mundo obscuro y aún mas retorcido que el que ya había visitado. Este videojuego a tomado una rápida popularidad y a acercado a jóvenes a la obra literaria, que de otra manera no habrían mostrado interés en ella.

por Juan Valenzuela