miércoles, 25 de noviembre de 2015

Directores Contemporáneos: Jonathan Glazer y Bong Joon-Ho

Directores Contemporáneos
Jonathan Glazer: Under the Skin.
Bong Joon-Ho: Snowpiercer.
Por Betsy Mares
En esta entrega número once abordaré el género de la ciencia ficción con dos películas muy distintas, por lo que veremos cómo un mismo género puede ser utilizado de maneras tan contrastantes. Cabe mencionar que esto se puede adjudicar a la versatilidad intrínseca en la ciencia ficción, así como podríamos dar el crédito a los directores, que con sus interesantes visiones, aportan algo diferente al mismo género. Yo diré que hay un poco de ambos, incluso me inclino más hacia el director, pues a pesar del potencial latente en el género, se requiere el talento del director para saber explotarlo.

Jonathan Glazer
Se trata de un director y guionista inglés, cuyos proyectos no se limitan al cine, pues también ha dirigido comerciales para televisión y videos musicales. En realidad su trabajo en el cine es bastante escaso y de corte independiente, habiendo dirigido únicamente tres largometrajes, Sexy Beast (2000) con un guión escrito por Louis Mellis y David Scinto, su taquilla fácilmente sobrepasó su pequeño presupuesto, y fue del gusto de la crítica; Birth (2004), escrito por Jean-Claude Carrière, Milo Addica y el mismo Glazer caso contrario a la anterior, pues esta fue mal recibida por la crítica y sus ingresos de taquilla fueron apenas suficientes para compensar  su presupuesto; y Under the Skin (2013), al que me estaré refiriendo.

Under the Skin (2013)
Esta cinta está basada en la novela homónima de Michel Faber y cuenta con un guión adaptado por Glazer y Walter Campbell. Comienza con un motociclista cargando el cuerpo de una joven dentro de una van, después vemos un personaje femenino (Scarlett Johansson) tomando la ropa de la chica para vestirse; a partir de ahí se nos muestra la misteriosa mujer conduciendo la van por las calles de Escocia atrayendo a hombres solitarios para llevarlos a su casa. Nadie vuelve a ver a los hombres en cuestión.

La ciencia ficción es un aspecto innegable en este filme, ya que se nos da a entender que el personaje de Johansson es extraterrestre, sin embargo las opiniones se dividen al señalar que también podría considerarse como parte del género de terror o cine de arte, otros concilian las tres categorías. Se trata de una película bizarra, puede sentirse lenta o excesivamente contemplativa y hay poco diálogo, por lo que sé que no será del agrado de todo público. Sin embargo, estos aspectos que podrían verse como negativos, los encuentro completamente intencionales por parte del director, quien con esta estrategia no intenta decirte cómo debes sentirte, sino que te hace sentirlo, el frío, la confusión, la frustración, lo extraño de ver a la humanidad desde una perspectiva completamente ajena. En realidad no es una experiencia “disfrutable”, pero definitivamente es toda una experiencia, es intrigante y perturbadora, demanda pensamiento pues no explica lo que sucede, sólo lo muestra, por lo tanto hay una gran variedad de interpretaciones.

Las decisiones del director se ven atinadas, como la elección de Scarlett Johansson como la protagonista, un papel muy poco expresivo al inicio, cuando se nos presenta este personaje como un villano, pero que va evolucionando y se vuelve complicado. Otro elemento sumamente destacable es el soundtrack de Mica Levi, una música terriblemente inquietante. Tanto las imágenes de la naturaleza como las tomadas sin guión a personas reales con cámaras escondidas funcionan muy bien, sobre todo las segundas, por medio de las cuales contemplamos la experiencia humana que parece provocar el descarrilamiento de nuestro personaje principal.




Bong Joon-Ho
Él es un director y guionista de cine surcoreano muy importante en su industria local, además destacado a nivel mundial por sus cintas de horror y thriller. En su carrera realizado varios cortometrajes, ha aparecido en un par de documentales y ha hecho pequeñas incursiones actorales; como guionista, ha escrito, en colaboración con otros, todos los filmes que ha dirigido, además de otros libretos que no dirigió. Su obra en largometrajes ha sido sobresaliente, pues la buena calidad en su trabajo es constante, pues desde su primera cinta, Barking Dogs Don’t Bite (2000), la mayor parte de la crítica ha dado comentarios positivos a sus proyectos, aunque como suele suceder con los filmes independientes, la taquilla de su segunda producción, Memories of Murder (2003), ni siquiera superó su presupuesto de 2.8 MDD; sin embargo, mayor éxito en ganancias lo tuvo con The Host (2006), considerada una de las mejores películas de terror de los últimos tiempos fue la que le ganó su buena reputación internacionalmente. En 2009 estrenó el drama Mother y en 2013 vino Snowpiercer, su primer largometraje en inglés.

Snowpiercer (2013)
En 2014, la humanidad decide tratar el problema del calentamiento global lanzando un químico enfriador a la atmósfera, pero este termina causando una segunda era de hielo que deja al planeta sin vida. Los únicos sobrevivientes son los humanos que pudieron subir al tren diseñado para ser un arca donde poder vivir, y donde las clases sociales están divididas por los vagones, estando la clase alta en el frente y la baja atrás. La historia se desarrolla cuando, después de 18 años, estos últimos buscan rebelarse contra quienes los hacen vivir en condiciones de pobreza extrema.

El guión fue escrito por Bong y Kelly Masterson. La idea de los únicos humanos sobreviviendo en un tren está basada en la novela gráfica francesa Le Transperceneige de Jacques Lob Jean-Marc, pero la historia y los personajes son originales. Esta película de ciencia ficción y acción lleva el sello de Bong y se diferencia fácilmente de las producciones de occidente a pesar de su idioma y actores reconocidos de occidente, quienes incluso ayudaron a Bong con los diálogos, debido al idioma extranjero para el realizador. Considerando que no se trata de una superproducción de Hollywood y que (por su historia) gran parte de la cinta amerita efectos visuales, hay que reconocer que se hizo un esfuerzo bastante decente con estos, a pesar de que no siempre son del todo convincentes; sin embargo la película se sustenta por sí misma, así que no representan mayor distracción para el espectador.

Aquello que contrasta tanto con Under the Skin, es que Snowpiercer es una pieza de ciencia ficción mucho más accesible, pues sus muchas escenas de acción y momentos humorísticos la hacen más llevadera y digerible, aunque también más gráficamente violenta, pero no pierde de vista la naturaleza reflexiva del filme. Cabe señalar que hay cierta escenas que podrían parecer ridículas, sin embargo, al darles cierta reflexión terminan siendo ingeniosamente perturbadoras (particularmente me refiero a la escena en el vagón de la escuela). El mensaje principal de la película podría ser que la mayor enemiga de la humanidad no son las catástrofes climáticas, sino la humanidad misma, cuya cruda naturaleza e instinto de supervivencia es bien retratado aquí por Bong. Aunque claro, como toda obra, está abierta a la diversidad de interpretaciones.

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