miércoles, 25 de noviembre de 2015

                           
El extraño mundo de Tim Burton                                                                              

                                                                                                          Karla Cristina Pérez Santana 
                                                                                         
                                                 
                                 La melancólica muerte de Chico Ostra



Es un libro compuesto por más de 20 poemas, escritos en verso que a veces son dos líneas, a veces dos o tres estrofas, pero que calan por su atroz ingenuidad  e ilustrados por el propio autor. Los protagonistas de las historias son niños solitarios, extraños y diferentes. En esta obra literaria Tim Burton se muestra fiel a su particular universo, donde prevalece la melancolía, el amor, el humor negro y la fantasía. La edición en español es bilingüe, es decir, aparece la adaptación de los poemas en español y la versión original en inglés. La  miniserie  cuenta con la música del colaborador inseparable de Burton, Danny Elfman.
Este libro  nos ofrece una  galería de niños solitarios, extraños y diferentes, excluidos de todos, nos van a horrorizar y enternecer, a emocionar y hacer reír.
Lo monstruoso es personificado con ternura y cuidado, con  una lírica que puede entender un niño, pero que  disfruta y comprende mejor un adulto. Casi todas las historias acaban con un final trágico, que acaba con el sufrimiento de ese niño que no es feliz en el mundo que le ha tocado vivir.
Esto se interpreta como una crítica hacia todas esas personas que marginan a los que son diferentes y que, lejos de interesarse por ellos e intentar conocerlos  y hacerles la vida más fácil, les traumatizan y los  dejan solos, y sin un poco  de amor propio.


El realizador cinematográfico ha dicho: “Muchas de las cosas que ves cuando eres niño permanecen contigo. Pasas la mayor parte de tu vida intentando asimilar esas experiencias”.  Burton ha elaborado casi toda su obra, reflejando  una serie de elementos infantiles que el transforma, dando su  sello personal donde convive casi siempre un héroe que es habitado por algunas formas de oscuridad que lo humanizan o viceversa, villanos adorables con los que no cuesta nada empatizar. Y es lógico que ni los buenos son  tan buenos, ni los malos son exclusivamente malos.  


Algunos de los poemas que más me gustaron tienen como protagonista a Palillo y Cerilla, que se enamoran, pero su amor termina siendo muy "ardiente". La mirona, que decide dar un descanso a sus ojos. Ojos de Clavo, que él mismo adorna su árbol. El Chico Tóxico, que me pareció una ternura. La historia más triste es la del Chico Ostra, cuyos padres se declaran amor en la costa del mar. El pobre Carlo huele a pescado, sufre el rechazo de los chicos del barrio y se pasa las horas mirando como el agua se arremolina en la alcantarilla. Carlo es finalmente devorado por su padre y enterrado en la playa. Pero nadie podrá recordarlo porque las olas borran todas las huellas de su salada existencia. Y así, muchos más personajes que se enamoran pero sufren por sus condiciones, o están solitarios, o no son aceptados; muy al humor y fantasía de Tim Burton.
Este libro  es una auténtica obra de arte y  como no podía ser de otra manera refleja ese universo tan particular que crea Burton siempre y esa inventiva  que tiene en la cuál es capaz de mezclar crueldad y ternura y lo macabro y escalofriante con lo poético.





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