Claudia Martínez Aguilar
Claudia Martínez
LAS FLAPPERS DE HOLLYWOOD
Norma
Talmadge
Nacida el 26 de mayo de 1894 en la ciudad de Jersey, fue una de las más destacadas actrices del cine silente de Hollywood, al igual que sus hermanas Constance y Natalie. Su crítica situación familiar, agudizada por el abandono de su padre, las orilló a buscar empleo. La belleza y la personalidad de Norma le hicieron brillar, se dedicó al modelaje y poco después incursionó en la actuación.
La flapper fue “descubierta” por Breta Breuill, y rápidamente acogida por la Vitagraph Studios; comenzó con pequeños cortometrajes como Uncle Tom’s Cabin y Love of Chrysanthemems; más tarde se adentraría en las películas y una de sus participaciones más destacadas fue en Captivating Mary Carstairs.
Esta complicada mujer, tuvo tres matrimonios durante su no muy larga vida. El primero fue con Joseph M. Schenck, de 1916 a 1934; el segundo con George Jessel, de 1934 a 1939 y, por último, contrajo nupcias con Carvel James, de 1946 hasta su fallecimiento, en 1957. La fugacidad de sus compromisos, fue semejante a la de su éxito, pues, la llegada del cine sonoro acabó con su popularidad, ya que, se dice que Talmadge no poseía una voz de encanto, necesaria para la nueva etapa de la producción de filmes.
Poco se ha escrito sobre esta mujer, quien fue reconocida por su belleza y por su talento. Se dice que poseía uno de los rostros más expresivos y que la sinceridad y naturalidad que mostraba en sus representaciones, le permitió ser una de las actrices silentes más queridas por el público.
A pesar de su efímero apogeo, marcó la historia con su
actuación en Phantea, filmada en 1917. También tuvo un curioso incidente que se
convertiría en una tradición, en 1927, esta flamante chica, tropezó frente al
Grauman’s Chinese Theatre, donde había cemento fresco por una obra, este
accidente fue el punto de partida para la reconocida costumbre de que los
famosos estampen sus manos, tal cual lo hizo Norma.
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