Karla Cristina Pérez Santana
Burton es conocido por
llevar a la pantalla grandes historias que reflejan situaciones de terror,
amor, leyendas y hasta cuentos de hadas de manera oscura, delirante y
melancólica. Sus películas se caracterizan por la presencia de mundos
imaginarios, en los que suelen estar presente elementos góticos y oscuros, y los protagonistas suelen ser enigmáticos e
inadaptados.
Es un fanático del grandioso escritor del terror
Edgar Allan Poe y del actor de terror Vincent Price. Gran amante por los cómics
y las antiguas películas clásicas, en su personal universo mezcla fuentes de
inspiración con imaginación a raudales, para fabricar películas con impecables imágenes y fascinantes historias. Como pez en el agua
se siente viajando entre ficción y realidad. Y en el camino siembra maravillosas
obras de arte que crecen con piel
y corazón para reír y conmover al tiempo. Acaso es inagotable la imaginación de este contador de cuentos de aspecto tímido y excéntrico.
Ver su filmografía es entrar en una fábrica de fantasías. La creatividad para idear sus historias y personajes es impresionante, es mágica. Llena de belleza, misterio, oscuridad y colores por todas partes. La exteriorización de todo un universo poblado de seres maravillosos, un mundo tan personal como inconfundible.
Burton ha optado por crear algo irreal para
poder criticar aquello que es real. Su propuesta es, por lo tanto, estrictamente
artística.
…la
razón por la que hago este tipo de filmes es porque veo el cine como un medio visual y disfruto con las películas que hacen un buen uso de la imagen y, por
tanto, de la imaginación…”
construye mundos de fantasía utilizando una
planificación basada en la panorámica y el movimiento estilizado. Los
movimientos de los personajes son acompañados por una cámara que los encuadra
siempre en un ambiente de fantasía. El uso del plano general y el travelling,
muy parecido a los de los musicales de la época clásica del cine
norteamericano, enfatizan la vinculación del espectador con esos decorados
mágicos, lo que hace que estemos siempre fascinados ante el alarde visual del
director. No se trata de una planificación excesiva, sino preocupada por dar
entidad visual al relato.
En este sentido, la propuesta de Burton no es la de un
artista preocupado por el encuadre original, sino la de un director que cuenta
una historia en imágenes, en donde éstas cumplen la función principal de dar
significado al relato. . La fotografía colorista, luminosa y fantástica es
una manera más de aproximarnos a la irrealidad. El gesto de los personajes, enfatizado por
primeros planos, es fundamental para caracterizarlos, a modo de protagonistas
de cuentos.
Tim Burton está presente en cada cuadro de sus películas , es como si fuera otro
personaje más. Su talento es reconocible en cualquier detalle y se pueden pasar
horas y horas disfrutando de su imaginación.
“Siempre me he
sentido algo más cómodo con mi subconsciente y no tanto cuando pienso las cosas
demasiado. Es como cuando hago garabatos. Imaginemos que estoy al teléfono,
sentado tranquilamente, haciendo garabatos. Miro lo que he hecho y pienso: “Oh,
qué personaje tan extraño”. Y entonces me doy cuenta de que lo estoy haciendo
una y otra vez. Esos personajes son los más poderosos para mí, porque salen de
dentro.”
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