martes, 1 de diciembre de 2015

Directores Contemporáneos: Alfonso Gómez Rejón y Ben Palmer

Directores Contemporáneos
Alfonso Gómez Rejón: Me and Earl and the Dying Girl.
Ben Palmer: Man Up.
Por Betsy Mares
En esta duodécima y última entrega estaré hablando de dos comedias de corte independiente y de sus respectivos realizadores. La comedia es un género muy popular y esto lo hace delicado, al facilitar que caiga en lugares comunes y chistes repetitivos. Es por esto que resaltan las películas a las que me referiré, ya que, a pesar de tratarse de una comedia dramática y una romántica, logran ser refrescantes; cada uno a través de una estrategia propia.

Alfonso Gómez Rejón
Es un director de cine y televisión nacido en Estados Unidos (aunque de padres mexicanos). La forma en la que se dio su carrera es interesante, debido a que comenzó a trabajar en la industria cinematográfica como asistente de destacados realizadores, tales como Martin Scorsese y Alejandro González Iñárritu. Después pasó a ser director de segunda unidad, rol que desempeñó en Lucky Numbers (2000), Bewitched (2005), Babel (2006), State of Play (2009), Julie & Julia (2009), Eat Pray Love (2010), The Eagle (2011) y Argo (2012). Fue en episodios para series de tv donde comenzó a ejercer como director; destaca su trabajo en capítulos de las producciones de Ryan Murphy, Glee (2009-2015) y American Horror Story (2011-). Como realizador, sólo ha llevado dos proyectos a la pantalla grande: The Town That Dreaded Sundown (2014) y Me and Earl and the Dying Girl (2015).

Me_and_Earl_and_the_Dying_Girl_poster1.jpgMe and Earl and the Dying Girl (2015)
Greg (Thomas Mann) es un joven con baja autoestima en su último año de preparatoria que trata de llevar una buena relación con todos en su escuela para no tener problemas, pero no se considera amigo de nadie; ni siquiera de su “compañero de trabajo”, Earl (RJ Cyler), a quien conoce desde chico, con quien comparte una afición por el cine de arte internacional y su compañero realizador de cintas/homenajes a estos filmes. Él tiene que salir de su zona de confort cuando su madre (Connie Britton) lo obliga a pasar tiempo de calidad con Rachel (Olivia Cooke), quien recién ha sido diagnosticada con leucemia.

Está basada en la novela homónima de Jesse Andrews y él mismo adaptó su escrito para el cine. La premisa suena muy dramática y el tema del inocente y agradable personaje con cáncer ha estado muy presente en las comedias/dramas de los últimos años, lo que podría reforzar el prejuicio hacia esta producción. Sin embargo, este largometraje no toma el camino simple, no hay extorsión emocional ni hay un romance trágico. La película está consciente de estos clichés y esto le ayuda en gran medida a no caer en ellos, de hecho, escuchamos la voz en off  de Greg que nos recuerda que las cosas no saldrán como en el cine.

Esta cinta da una sensación de realidad y ese es el gran mérito para Gómez Rejón, quien aprovecha y conjunta bien sus elementos: un soundtrack tranquilo (por Brian Eno y Nico Muhly) y una cinematografía (por Chung-hoon Chung) cálida que da un aspecto retro con un guión que no se siente forzado abordando el tema del cáncer con ligereza (pero no irrespetuosamente ni con mal gusto) y este elenco que resulta sumamente creíble, tanto histriónicamente como en apariencia, ya que no son demasiado atractivos o famosos como para distraer a la audiencia del punto central. Este último punto tiende a ser uno de los fallos en otros filmes de esta naturaleza.

Cabe recordar que la historia se nos cuenta a través de los ojos del protagonista, Greg, y que este es un personaje con varios defectos marcados como parte de su personalidad,  por lo que a algunos no les parecerá un muchacho agradable a quien quieran acompañar a través de los hechos, pero es también él quien aporta parte de la diversión al largometraje, al igual que el humor seco que se aprecia con Earl y el padre de Greg (Nick Offerman) y las imágenes que podemos ver de las producciones caseras de los protagonistas que hace homenajes a clásicos del cine A Clockwork Orange (1971) y Apocalypse Now (1979).




Ben Palmer
Este británico es un director de cine y televisión, para esta última también escribe y produce. Su carrera ha estado enfocada a la pantalla chica casi por completo, la única excepción a esto ha sido Man Up (2015), de la que hablaré más adelante. Su producción consiste en las series Bo’ Selecta! (2002-2004), The Inbetweeners (2008-2010) y SunTrap (2015-). Evidentemente, su filmografía es mucho más modesta que la de Gómez Rejón, aunque un rasgo que tienen en común es que ambos se iniciaron como directores en la televisión, sólo que uno en la norteamericana y el otro en la británica.

Man Up (2015)
Escrita por Tess Morris. Nancy (Lake Bell) es una mujer poco sociable de 34 años con una decepcionante vida sentimental hasta que conoce a Jack (Simon Pegg), un agradable hombre de 40 con quien comparte varias cosas en común. El único problema son las circunstancias en las que se conocen, pues dadas ciertas coincidencias, Jack cree que ella es la cita a ciegas que su amigo le arregló; Nancy tiene la oportunidad de aclarar las cosas, pero al sentirse desesperada y dándose cuenta de que tiene muchas cosas en común con Jack, no lo hace.

Lo cierto es que estamos ante una trama muy poco creíble y extraña, pero esta inverosimilitud en la historia es compensada con personajes bien escritos e inteligentes, ejecutados exitosamente por Bell y Pegg, quienes se ven reforzados por su encanto y experiencia en el terreno de la comedia. El resto del elenco también hace un buen trabajo con sus personajes, aunque la mayoría con propósitos meramente narrativos, igual sacan alguna sonrisa. Mención aparte para Rory Kinnear con su peculiar (y algo perturbador) Sean.

Se logra una dinámica divertida con la oposición de las personalidades de estos protagonistas, debido a que Nancy es una mujer analítica que estudia cada aspecto de la vida formulando teorías en lugar de arriesgarse y vivirla, en parte por miedo a revivir su pasado, el cual la ha hecho cínica en el terreno sentimental. En cuanto a Jack, al principio parece tener todo bajo control, sin embargo, conforme la trama avanza vamos viendo un hombre lleno de inseguridades y temores combinadas con una crisis de la edad madura, así que termina siendo un desastre emocional.

Al año se estrenan numerosas comedias románticas, como consecuencia el género comienza a sentirse gastado; sin mencionar que la mayoría de estas producciones parecen dirigirse principalmente al sector femenino del público, siendo que tienen una mayor inclinación hacia el romance que a la comedia, además muestran a los guapos actores del momento. Si bien Man Up no es una obra maestra, sí puede presumir el no caer en estos vicios, lo que se siente refrescante y la hace disfrutable para todos.




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